Hipoteca con dos titulares: ventajas, riesgos y alternativas
¿Qué significa firmar una hipoteca con dos titulares?
Una hipoteca con dos titulares es aquella en la que ambos solicitantes (habitualmente una pareja) figuran como prestatarios de forma solidaria. Esto significa que el banco puede exigir el pago de la cuota al 100% a cualquiera de los dos, incluso si solo uno ha dejado de pagar.
Es una fórmula habitual entre parejas casadas o parejas de hecho, ya que permite acceder a mejores condiciones y repartir la carga del préstamo. No obstante, implica importantes responsabilidades legales.
Ventajas de tener dos titulares en la hipoteca
- Mayor capacidad de financiación: al sumar ingresos, el banco suele aprobar más importe o mejores condiciones.
- Mejor perfil de riesgo: si uno trabaja por cuenta ajena y el otro es autónomo, el banco puede valorar positivamente la combinación.
- Responsabilidad compartida: ambos son dueños y ambos pagan, lo que genera equidad económica.
Riesgos legales y financieros a tener en cuenta
Aunque suene lógico firmar la hipoteca juntos, hay riesgos que muchas parejas no contemplan:
- Responsabilidad solidaria total: si uno deja de pagar, el banco puede reclamar el 100 % al otro.
- En caso de ruptura, la hipoteca sigue uniendo: aunque la pareja se separe, ambos siguen obligados hasta cancelar o novar.
- Vender tu parte no te libera: aunque vendas tu porcentaje de propiedad, sigues apareciendo como titular de deuda si no hay novación.
Si ya estás en esta situación y necesitas renegociar con el banco, puedes plantearte una novación o incluso una subrogación.
Alternativas a una hipoteca conjunta
- Un titular + avalista o codeudor: permite que uno figure como titular principal y el otro solo como garante.
- Comprar al 50 %, pero con hipoteca solo a nombre de uno: pacto privado mediante capitulaciones o contrato de compensación interna.
- Hipoteca proporcional por porcentaje de compra: cada uno financia solo su parte, aunque no todos los bancos lo permiten.
Consejos antes de firmar con tu pareja
- Firmad un acuerdo privado: pactad por escrito qué pasará si uno deja de pagar o si hay separación.
- Consultad a un abogado o gestor hipotecario antes de firmar: una buena previsión evita conflictos futuros.
- No firmes solo por presión emocional: una hipoteca es un contrato financiero, no una declaración de amor.
Conclusión
Una hipoteca con dos titulares puede ser una excelente opción para acceder a mejores condiciones, pero conlleva responsabilidades importantes. Si tienes dudas, existen alternativas legales que permiten comprar vivienda juntos sin asumir todos los riesgos.
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Este artículo es informativo y no sustituye asesoramiento profesional.
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